viernes, 28 de abril de 2017

Bolso de retales y puntadas improvisadas.

El año pasado me compré una tela de florecitas en tonos suaves para que mi prima (Monigotes Costura) me hiciera un pantalón. Ella, conociéndome, me guardó todos los retalitos (por pequeños que fueran). 

Este invierno recordé aquellos retales y comencé a unirlos. Me quería hacer un bolso, y sin idea preconcebida empecé a dar puntadas que fui publicando en mi página de Facebook y de Instagram. El otro día al fin le di el último toque y estoy deseando enseñaros el resultado. 


Es un bolso pequeñito, de asa corta, para llevar de mano o colgado muy cortito. He combinado la tela del pantalón con lino color natural. 


La solapa es lo más trabajado y he aprovechado para practicar el acolchado con cuchara y estirador de agujas, así como las aplicaciones con puntada escondida de figuras geométricas con forma curva. Además he disfrutado con los pequeños bordados que he añadido. 

Como no determiné con antelación cómo sería mi bolso he ido improvisando cada paso, y en consecuencia disfrutando. 



Acolché el bolso con rombos dispuestos en horizontal y en la parte trasera cosí dos preciosos botones de cerámica que mi hermana me regaló en Navidades. 


Mi gotita esta vez no se me ha olvidado (aunque sea muy pequeñaja), y es que el otro día recibí una riña bien merecida porque a veces dejo mis trabajos sin firma. 


Aunque lleva solapa y cierre magnético, también he puesto una cremallera.




No he incluido ningún bolsillo interior pues en el último bolso de pequeño tamaño que me hice me resultaron incómodos en el uso. 


Y esta es toda la historia de este pequeño bolso de retales y puntadas improvisadas, a juego con mi pantalón. 


Si me sigues en las redes sociales, estas fotos te sonarán, son las que he ido publicando en estos meses a medida que avanzaba en el trabajo. 


Muchas gracias como siempre por vuestra compañía y hasta muy pronto. 

domingo, 23 de abril de 2017

Nuevos materiales.

Mar sabe perfectamente cómo es su bolso ideal, lo tiene en marrón y cada temporada espera que la marca lo saque igual en negro. Pero eso nunca llega a ocurrir. Así que me preguntó si yo era capaz de hacérselo. 

Me pasó fotos desde todos los ángulos, medidas, detalles importantes que no debía olvidar y un par más que rectificar del original. 

Busqué los materiales, algunos costaron más trabajo que otros en localizar, confirmamos medidas y.....


Se trata de un bolso de polipiel negra con cinta de algodón para el asa, forma redondeada, resistente al agua y flexible. Dependiendo de cómo te lo cuelgues o de lo que lleves en el interior, el bolso acoge una forma u otra. 


Lleva tres cremalleras, una para el cierre del bolso, otra para un bolsillo exterior que lleva en una de las caras y otra para el interior. 

Aquí se ve la cremallera exterior y cómo el bolso cada vez adquiere una forma diferente. 




Estas cremalleras inyectadas cierran con una suavidad increíble, 

Las asas llevan estas arandelas para colocarles si se desea otra asa más larga con mosquetón y así colgar el bolso a modo de bandolera (este asa larga Mar la va a reutilizar de otro bolso que ella tiene).


El volumen del bolso se lo di con estos pequeños fuelles. 


El interior además del bolsillo con cremallera lleva estos otros y un cordón con un mosquetón para localizar con rapidez las llaves. 



Y para mi firma se me ocurrió este otro detalle que cuelga de otra anilla lateral, que no sé muy bien su cometido, pero que como el bolso original la llevaba, pues yo se la puse. 


Ha sido un trabajo muy gratificante de realizar por el material nuevo para mí (la polipiel), así como por la confianza y amabilidad de Mar (que me ha mandado incluso una foto suya con su bolso, pero que sin permiso no publico). Me gustó tanto que me compré un poco de polipiel en color claro para hacerme un bolso para este verano. Quería tenerlo listo para publicarlo todo junto, pero me ha sido imposible, ya le llegará su momento. 

Materiales esperando su momento.
Muchas gracias por vuestra compañía. 

jueves, 20 de abril de 2017

Bailarinas en la playa.

Esta bolsa de playa quizás a primera vista no lleva la tela más apropiada para su destino, pero si conocemos la historia de la destinataria pensaremos justo lo contrario. 


No es una historia larga, ni difícil de contar, ni con matices o vericuetos, en realidad se resume en muy pocas palabras. Pasión por la danza clásica practicada desde niña y aparcada por otra profesión elegida muy distinta. 


Confío en que la bolsa se disfrute mucho y cumpla bien su cometido fiel a las instrucciones que me dieron: bolsa de playa amplia, con fondo y laterales, dos asas anchas y cómodas con tela azul lisa por un lado y de bailarinas por el otro, ribeteada por arriba con el mismo azul, flexible en su acabado, con interior impermeable, sin bolsillos, cremalleras ni cualquier otro cierre. 


Para el interior impermeable elegí una tela 100% polyéster y deseché el plastificado para que conservara su forma flexible. Las costuras van ribeteadas para que forro y exterior formen un cuerpo compacto y no bailen por separado, que de eso se encargan las pequeñas bailarinas. 


Mi aportación al encargo es un pequeño monedero a juego. Calculé tan bien, tan bien la tela que  tenía que comprar que aunque hubiera querido hacer un neceser, se quedó en monedero. 


¡Feliz cumpleaños y feliz danza!

Gracias por vuestra compañía. 

domingo, 16 de abril de 2017

Días cortos.

Hace una semana me dio rabiar comprobar que cuando dejamos la rutina, los días siguen teniendo tan sólo 24 horas. Una semana después, pienso todo lo contrario y en mi cuaderno de deseos he incluido uno más: "Que las cosas que me hacen ilusión y me gusta hacer sean tantas, que mis días siempre se me hagan cortos", 


Y es que debe ser muy triste que los días te parezcan eternos sin saber cómo ocuparlos. Como a vosotras, a mí me faltan horas para cumplir con tan sólo una parte de lo que mi cabecita ha planificado. 

En estos días he tenido tiempo para tapizar de nuevo mi silla, el anterior tapizado te lo conté aquí. He dejado la tela azul con margaritas y fresas y optado por un estampado geométrico que asemeja pequeños bloques de patchwork. 


Con las amigas de mi grupo de costura "Cose y Charla" he quedado una tarde y aunque nuestro proyecto de costura apenas lo he avanzado, la segunda parte de nuestro nombre sí que lo ha hecho. 


He tenido pequeños grandes momentos que llenan mi cuarto de costura y mi corazón. 


He reído en torno a una mesa con la familia y a la sombra de la morera con los amigos.


Ha habido además tiempo de ir al cine y de adelantar el último encargo, que al fin y al cabo, todo es uno. No me pidas que te adelante más, jeje. 



Y es que mis días, como los tuyos, están llenos de ideas y proyectos, de compañía y soledades. Y con rutinas o sin ellas, el día tiene 24 horas, no más. 

viernes, 7 de abril de 2017

Días felices.

Como os comentaba el lunes pasado, mi funda de gafas de Gorjuss combina con la de Holly Hobbie. No por colorido, ni por la forma, ni por las telas, pero sí por la temática. Ambas constituyen una estética con amplio universo a su alrededor idolatrado por las niñas (y no tan niñas) del momento. Estéticas muy diferentes que se corresponden con los gustos de cada momento. En torno a ellas giran objetos de todo tipo a los que es muy fácil sucumbir (artículos de papelería, de vestir, menaje, bolsos, cromos, pegatinas, etc. etc.).

La silueta de la niña hubiera sido perfecta para hacer la funda alargada, pero no me quedaba tela suficiente, así que hice este otro modelo. 
Me recuerdo a mí misma de noche, ya en la cama, con papel y lápiz en mano, copiando el perfil de Holly Hobbie sobre un libro de Mortadelo que hacía de mesa. El modelo era una bolsita que usaba como estuche. Ya no la conservo pero la recuerdo perfectamente: estrechita y alargada, loneta color crudo con cremallera para el cierre y unos 7 cm de ancho por 15 de alto. En el centro, el querido perfil de aquella niña que nos recordaba a las que salían en "La casa de la pradera". Con su delantal de retales y su gran sombrero que ocultaba el rostro dejando tan sólo ver los rizos del flequillo. Cierto es que cuando en ciertos dibujos salía la carita de la niña se desmitificaba el misterio con poca fortuna, pues mucho más encanto tenían aquellos rizos ligeramente rojizos. 

¿¿¿Que aún conservas los dibujos???, diréis algunas. Por supuesto que sí.
A todas en el colegio nos gustaba llevar sus portafolios, cuadernos, libretas de todo tipo, estuches, o mochilas. La oferta se extendía por puzzles, pijamas, muñecas, álbumes de fotos o láminas con las que decorar las habitaciones, las carpetas, los armarios o que servían para manualidades en relieve. 

De lo mucho que tenía de papelería ya no conservo nada, sólo este álbum de fotos que me regalaron el día de mi Comunión y que desde entonces me sirve para guardar las estampas de todas las Comuniones a las que voy. 
Fueron años donde se explotó con acierto este mundo lleno de nostalgia y además de Holly Hobbie, surgieron otros personajes con estética semejante que nos invitaban a soñar en "Días felices".



Nunca conseguí completar el álbum en su totalidad, me faltan los cromos 11 y 22.
La muñeca Laura, cuadros de petit point o puzzles que de tanto hacerlos nos sabíamos de memoria y mi hermana y yo nos cronometrábamos para ver quién lo hacía más rápido.

Recuerdo lo mucho que me gustó cuando tenía 8 años este regalo de Navidad, la muñeca se parecía mucho a Holly Hobbie y a pesar de mi seriedad yo estaba totalmente entusiasmada. La conservé durante muchos años hasta que un invierno pudo con ella y en lo alto de un armario se llenó de humedad.
Tiempo después le pedí a Gema (El hilo de Penélope) que me hiciera una de sus Penélopes inspirada en mi muñeca azul.


Y como os decía al comienzo, observo que el relevo lo ha tomado desde hace unos años la muñequita sin boca, medias de rayas y larga melena oscura. Idéntico despliegue de medios y de enamoramientos. 


Es así que disfruto cada vez que uso una tela de Holly Hobbie ya sea para hacer un bolso, un conjunto de lectura, una funda de bastidor o una camiseta. 






Lo último que he hecho ha sido este guardaagujas de ganchillo y pienso que ha quedado encantador. 




Con la pequeña Gorjuss también he pasado muy buenos momentos de costura, os recuerdo algunos.

De este maletín de ordenador estoy especialmente orgullosa.





De un tiempo a esta parte, han recuperado aquel estilo country con aires románticos y de vez en cuando salen a la venta objetos parecidos a los de nuestra infancia.


Mi hermana sabe que son regalos de acierto seguro y no duda en comprarme alguna de estas chucherías de vez en cuando.

En mi cuarto de costura siempre tengo a la vista esta bolsa.


Y si no, yo misma me encargo de surtirme.

Springfield sacó hace unos años una colección de camisetas y ahora me arrepiento de no habérmelas comprado todas. 

Tanto cuido esta tela que nunca me decido qué hacer con ella. 
Si leyendo esta entrada has recordado algo que tenías olvidado, o te das cuenta de que tú tenías ese mismo albúm, la misma muñeca, o que vestías con esa misma falda de cuadros escoceses, me encantaría que nos lo contaras a todas en la sección de comentarios.

Nos vemos después de la Semana Santa, os deseo que éstos sean también unos "Días felices".

LinkWithin

Related Posts Plugin for WordPress, Blogger...