viernes, 27 de abril de 2012

Un cojín de punto de cruz.

¡Con lo que me gusta el punto de cruz y todavía no le había dedicado una entrada! Aprendí a hacerlo, como tantas otras, de pequeña en el colegio. Aún conservo el mantelito que hice de cuadros turquesas y blancos, conservo y utilizo. Luego vinieron acericos, estuches, bolsas, cuadros... De lo que hice, casi todo lo regalé. Siempre encontraba un buen motivo para regalar algún detalle hecho por mí.

Cuando comencé el cojín que hoy os enseño no sabía cómo iba a acabarlo, ni siquiera sabía que sería un cojín. Me apetecía improvisar, no seguir ningún gráfico, sino jugar con los colores adaptando algunas cenefas que sacaba de aquí y de allá. Finalmente decidí que lo que había estado haciendo durante algunos meses sería un cojín, así que le puse una cremallera y un relleno del tamaño adecuado.

Una buena sombra, un buen cojín... y una buena siesta.

¡Mi Patuquilla siempre acompañándome, hoy la he podido sacar en la fotografía!

Detalle de los bordados del cojín.

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Muchas gracias por tu comentario.

LinkWithin

Related Posts Plugin for WordPress, Blogger...