martes, 10 de abril de 2012

La niña de la caperuza roja

Mi madre y yo adoramos a Caperucita Roja. Siendo ella pequeña perdió el cuento que tenía de la niña que fue a ver a su abuelita y en el camino se encontraba con un lobo, mi padre se ha encargado durante años de enmendar aquella pérdida buscando en las librerías caperucitas de todo tipo que mi madre ha ido guardando con cuidado. Por mi parte, yo misma y con ayuda de los amigos voy ampliando la colección. Y eso es lo que hoy os quiero enseñar, algunas de las versiones del cuento que Perrault recuperara de la tradición oral publicándolo en 1697 con un final trágico con la muerte de la niña, así como de la adaptación que los Hermanos Grimm dulcificaron a principios del siglo XIX con un nuevo personaje salvador: el cazador que rescata a la protagonista en el último momento. Caperucita ha sido víctima de múltiples estudios que la descuartizan desde todos los puntos de vista imaginables, no es aquí lugar de analizarlos. Simplemente pretendo compartir con vosotras algunos de los cuentos que mi madre y yo conservamos con tanto cariño.
Caperucita ilustrada por Bernadette, el cuento en su totalidad es una obra de arte.

Imagen de Gerda Muller, trenzas rubias para Caperucita.

El cazador, la abuela y la niña de ojos azules ilustrada por Federico Santin.

Un lobo muy divertido para la versión en inglés ilustrada por David Parkins

Los Reyes Magos me trajeron esta Caperucita cuando yo aún no tenía 4 años. Editorial Roma.

Versión de Gemma Font con caperuza y pelo rojo.

Cuidada edición de Agnese Baruzzi y Sandro Natalini

Un estupendo giro a la historia de Benoit Jacques

Imágenes en acuarela por Carme Peris.

Caperucita portuguesa de Dorindo Carvalho

Todo un clásico. Gustave Doré (1833-1883)

Con el bocadillo más grande que la cestita. Versión de Jan.

La coqueta Caperucita pelirroja de José M. Lavarello.

La versión alemana de la Editorial Otus.

Una encantadora escena de la Colección Muñequitos de la Editorial Sigmar.

La etérea Caperucita de Lisbeth Zwerger.

María Pascual y su inconfundible estilo sencillo y directo.

La alegre Caperucita de Pilar Campos.

Moderna, con pantalones y deportivas es la Caperucita de Violeta Monreal.

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